¿Qué es lo que queremos?: mayor agilidad en los procedimientos administrativos del sector público, no tiempos de espera para obtener un documento ¨no colas¨. Todos sabemos lo que quiere el ciudadano, todos los día escuchamos en las noticias sus quejas respecto a una entidad pública y lo lento que es, pero ¿que estamos haciendo? a pesar que en el país existe ya un organismo a cargo del proyecto de gobierno electrónico, existe marco normativo al respecto; sin embargo, no es una prioridad para el gobierno o simplemente el proyecto no vende.
Es necesario tomar conciencia de lo que significa poner en marcha las tecnologías de información y comunicación, esto requiere de una serie de reformas estructurales tanto en lo tecnológico como en lo cultural. Cuando mencionamos en lo cultural nos referimos tanto al ciudadano como al servidor público. Al ciudadano a través de políticas públicas que promuevan su inclusión en el uso de las TICs y al servidor público como ampliar sus competencias y habilidades ante las nuevas tecnologías.
El gobierno electrónico no se limita solo a la relación gobierno- ciudadano también involucra la relación de gobierno a gobierno. La creación de una plataforma a nivel de estado que pueda servir para la coordinación y cooperación entre las entidades es necesaria si nuestra misión son servicios de calidad al ciudadano en forma oportuna (visión compartida).
En mi opinión, no podemos concretizar un gobierno electrónico en nuestro país si no existe en primer lugar una voluntad política, sino se establece como una prioridad, como una política de estado. Una vez vencido esta barrera estaremos listos para establecer compromisos formales, planificar la acción con un organismo que lleve la batuta de la implementación. Posteriormente se podrá hablar de la provisión de infraestructura de telecomunicaciones, cultura de la información y conocimiento, su cobertura, la disponibilidad de recursos etc. Cuando los políticos quieren todas las cosas fluyen.
Es necesario tomar conciencia de lo que significa poner en marcha las tecnologías de información y comunicación, esto requiere de una serie de reformas estructurales tanto en lo tecnológico como en lo cultural. Cuando mencionamos en lo cultural nos referimos tanto al ciudadano como al servidor público. Al ciudadano a través de políticas públicas que promuevan su inclusión en el uso de las TICs y al servidor público como ampliar sus competencias y habilidades ante las nuevas tecnologías.
El gobierno electrónico no se limita solo a la relación gobierno- ciudadano también involucra la relación de gobierno a gobierno. La creación de una plataforma a nivel de estado que pueda servir para la coordinación y cooperación entre las entidades es necesaria si nuestra misión son servicios de calidad al ciudadano en forma oportuna (visión compartida).
En mi opinión, no podemos concretizar un gobierno electrónico en nuestro país si no existe en primer lugar una voluntad política, sino se establece como una prioridad, como una política de estado. Una vez vencido esta barrera estaremos listos para establecer compromisos formales, planificar la acción con un organismo que lleve la batuta de la implementación. Posteriormente se podrá hablar de la provisión de infraestructura de telecomunicaciones, cultura de la información y conocimiento, su cobertura, la disponibilidad de recursos etc. Cuando los políticos quieren todas las cosas fluyen.
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